jueves, 14 de abril de 2011

14 de abril: Valdesanos en la II República

Creo que los pueblos deben ser agradecidos y honrar la memoria de aquellos que fueron sus mejores hijos.
Hoy, día 14 de abril, aniversario de la proclamación de la II República española, sólo pretendo hacer público mi reconocimiento, sincero y agradecido, a la trayectoria vital de dos hombres que fueron ilustres vecinos del concejo de Valdés: Alvaro de Albornoz y Manuel Rico Avello, de los cuales me siento orgulloso conciudadano.
Ambos defendieron con determinación los valores de la II República a la que aportaron su conocimiento, honestidad y entrega desde los cargos ministeriales que ostentaron en distintos gabinetes de la época..
Vidas e ilusiones entregadas para construir una nación libre, culta y avanzada, que fueron dolorosamente condenadas al olvido tras el sangriento golpe de estado de 1.936, encabezado por un personaje sanguinario y detestable cuyo nombre no merece el honor de aparecer al lado de el de estos dos ilustres republicanos valdesanos, de los que aporto un breve apunte biográfico.



Alvaro de Albornoz: Nacido en Luarca (Valdés). Miembro del Partido Radical-Socialista. Entró en el gobierno provisional el 14 de abril de 1931 para hacerse cargo de la cartera de Fomento. Repite como ministro, en esta misma cartera, en el gobierno de Azaña (octubre del mismo año). En el mes de diciembre es nombrado Ministro de Justicia, cargo desde el que impulsa decididamente la legislación laica de la II República. Fue el primer Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales (1933/34). Tras ocupar el cargo de embajador en París, en 1936 se exilió en México, donde falleció. Fue  Presidente de la República en el exilio.




Manuel Rico Avello: Nacido en Villanueva de Trevias (Valdés). Miembro de la Agrupación al servicio de la República. Ocupó la cartera de Gobernación en los gobiernos de Diego Martínez Barrio y Alejandro Lerroux, entre los años 1933 y 1934. A continuación ejerce como Alto Comisionado en Marruecos hasta que retornó a las funciones de gobierno en diciembre de 1935 para hacerse cargo del ministerio de Hacienda. Murió asesinado durante los trágicos sucesos de la Cárcel Modelo de Madrid, acaecidos en la noche del 22 al 23 de agosto de 1936.

martes, 12 de abril de 2011

El ejemplo islandés.

En el marasmo de la actual coyuntura de crisis, ninguna sociedad occidental, excepto la islandesa, ha tenido el arrojo y la dignidad democrática de no asumir el coste de una situación de la que no fue causante. Los ciudadanos de Islandia se negaron por dos veces a ser dóblemente víctimas, y lo hicieron de una forma democráticamente impecable: primero tomanando cívicamente las calles en señal de protesta y más tarde a través de sendas consultas populares, la última el pasado sábado día 9,  con las que dejaron clara su oposición a asumir una deuda que no han causado y que, por tanto, no les resulta vinculante.

Pero la cosa no paró ahí. Impulsados por la determinación que proporciona la reacción frente a la injusticia, la ciudadanía fué más allá y de posible deudor pasó a cobrar su propia factura. Primero acabó con el gobierno conservador que llevó el país a la bancarrota forzando nuevas elecciones y luego,propició su participación directa en la redacción de una nueva constitución con la que prevenirse cara al futuro. En consonancia con esta actitud, el nuevo Gobierno  investigó, denunció y finalmente consiguió encarcelar a los banqueros responsables de la quiebra del país.

Sin duda una lección ejemplar de la que el resto de "paganos" deberíamos sacar conclusiones.Personalmente, saco dos: La primera se refiere al sector financiero que, por su capacidad de contaminar la economía real, debe hacerse más transparente y someterse a una supervisión eficaz y continuada. La segunda tiene que ver con la dignidad de una sociedad que levantó la voz ante el todopoderoso mercado y ha que tenido el impulso moral, el compromiso democrático y la determinación cívica para cambiar un guión que parecía intocable.

Que esto no acabará aquí. es evidente. Que los especuladores pelearán para recuperar lo perdido, es seguro. Igual que lo es el ejemplo democrático e impagable que dio la sociedad de un pequeño país de apenas trescientos mil habitantes llamado Islandia.

miércoles, 6 de abril de 2011

Irresponsable estupidez

En un post que publiqué recientemente analizaba los beneficios que podía obtener el PSOE a corto y medio plazo tras el anuncio que hizo José Luis Rodríguez Zapatero de no presentarse como candidato a las próximas elecciones generales. Exponía una serie de razonamientos para avalar estas sensaciones y advertía, finalmente, que una de las situaciones que podían opacar este impulso, sería una suerte de comportamiento cainita que tornaría la deriva en positivo hacia el suicidio político.

Planteaba esta salvedad a sabiendas de que en algunos territorios permanecen latentes viejas tensiones internas aunque, en el fondo, mantenía la esperanza de que ante la gravedad de la actual coyuntura, en la que el respeto y la solidaridad con los ciudadanos debe situarse en el frontispicio de la acción política, las cuitas intestinas quedarían de lado y los auténticos problemas del país, las cuestiones de estado, se harían protagonistas. Craso error.

Andalucía ha tenido el dudoso honor de romper el fuego de las discordias internas, que no es otro el origen de la dimisión del ya exconsejero Pizarro y de alguno de sus colaboradores más cercanos. Un acontecimiento nada de casual, protagonizado por un auténtico “pata negra”  del mayor feudo socialista del país y hombre de la máxima confianza de Chaves. Y así, mientras unos compran soga para ahorcarse, el inefable Arenas mira al tendido con una sonrisa de oreja a oreja.

Soy de los que opina que los cargos públicos deben abandonar sus responsabilidades con el debido respeto a lo que representan y una mínima discreción. Pues bien, este no ha sido el caso y es una auténtica lástima. Una vez más se pone de manifiesto que la vanidad personal de algunos es directamente proporcional a su irresponsable estupidez política.

lunes, 4 de abril de 2011

Algunas preguntas obvias y, por tanto, inocentes

Anda loca la muchachada del PP con la cantinela del adelanto electoral. Están en su derecho al apoyarse en las encuestas y reclamar comicios adelantados, aunque se retratan en su ansiosa insistencia.

Que se sepa el Presidente renunció a encabezar la candidatura del PSOE a las elecciones generales del próximo año y esto no implica, más bien todo lo contrario, que ZP vaya a hacer dejación de sus funciones de gobierno hasta esa fecha.

Se que no soy nada original pero, visto lo visto, se me plantean algunas preguntas obvias y, por tanto, inocentes. Veamos: aquí quien gobierna, los electos o las empresas demoscópicas?. Qué causas objetivas aduce entonces el PP para exigir un adelanto electoral?. Acaso no tiene el Gobierno socialista, democráticamente elegido, el derecho de concluir su mandato?. Pierde el Presidente del Gobierno su legitimidad como tal por el hecho de hacer públicas sus intenciones electorales?. No es ese mismo Presidente quien tiene la potestad de hacer, al fin, la convocatoria electoral? Y si esto es así, a qué vienen esas prisas muchachos?

Es sabido que la sucesión en la cabeza de cartel del PSOE se hará a través de un proceso de primarias, algo a lo que tienen aversión en el Partido Popular y que aporta en positivo ante el electorado, como método genuinamente democrático que lleva consigo un nada desdeñable efecto mediático.

Unamos a esto la llegada más que previsible y ansiada de buenas noticias en materia de recuperación económica y ya tendremos evidencias suficientes para concluir que la reducción de las diferencias entre PP y PSOE en cuanto a la intención de voto de cara a las elecciones generales, será directamente proporcional a la bronca que proyectará la tropa de Rajoy y que amplificará convenientemente la caverna mediática. Así que, paciencia hermanos!




domingo, 3 de abril de 2011

Cambio de escenario

El anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de no repetir como candidato del PSOE a las próximas elecciones generales ha provocado un cambio en el escenario político que tiene varias consecuencias inmediatas.
La primera de ellas afecta al Partido Popular. Mariano Rajoy, muy en su línea, no dijo "ni pío"  al respecto.Tuvo que ser Cospedal, que ayer oficiaba en Valencia rodeada de imputados en causas nada edificantes, la que pusiera voz al desconcierto que la noticia produjo en las filas conservadoras.Su cara, todo un poema, y su balbuceo inconexo pidiendo un adelanto electoral, lo dejaron claro. No en vano, el PP planteó la campaña de las municipales y autonómicas en clave de plebiscito sobre ZP y el Presidente del Gobierno, con su decisión, les obliga a hablar de programas y de política, cosa que al parecer les repugna.
Además, con Zapatero fuera del cartel, los populares no podrán justificar como oferta electoral el ataque a un "ausente" y la previsible sangría electoral será menos al centrarse el debate en la gestión de cada cual en los distintos territorios, cuestión en la que el PSOE irá por el libro.
Eso en el corto plazo. En el medio, es decir de cara a las generales de 2012, la salida de Zapatero mosquea aún más a la hasta ayer alegre muchahada de Rajoy, A poco que la economía mejore, como parece que va a ser y que el empleo comience a dar síntomas de recuperación, el desencanto cederá, las diferencias que auguran las encuestas se reducirán y la previsible ecatombe no será tanta, o incluso no será.
En esto último tendrá mucho que ver "el cómo" de la elección del cabeza de cartel socialista. Si el proceso es limpio y no produce tensiones internas más allá de las normales de unas primarias, el tembleque popular puede ser de órdago. Es decir, que aún queda mucho partido y el PP se enfrentará a un rival que con el cambio de escenario irá de menos a más, salvo suicidio cainita.
En diferente clave, otra consecuencia de la decisión del Presidente, que anunció que ejercería como tal hasta el último minuto, podría venir de la gestión sin complejos por parte de un ZP libre de cadenas electorales. En caso de tentación, el Presidente debe tener claro que gobernar por libre, máxime cuanto te enfrentas a una coyuntura excepcional, siempre es mucho peor que hacerlo a través del consenso y el acuerdo. Esperemos que no se ofusque.